jueves, 12 de octubre de 2017

12 de octubre, ¿celebración?

12 de octubre, ¿celebración?



Pterocles Arenarius


Las consecuencias de la "conquista" o invasión de lo que hoy se llama América por parte de los españoles siguen vigentes, mucho más en su parte negativa que en la positiva, si es que ésta última existe.
Lo cierto es que en Mesoamérica, por poner un gran ejemplo, cuando los españoles llegaron había unos 20 millones de indígenas. Un siglo después a duras penas eran cuatro millones. Los españoles aplicaron una estrategia conscientemente a veces, sin saberlo la mayor parte del tiempo― de exterminio genocida que ahora llamamos “limpieza étnica” que consistía en la sobreexplotación de la gente, la hambruna permanente entre los aborígenes o el asesinato simple. Además, imprescindible, fue la violación sistemática de las mujeres de las etnias sometidas. Por si no fuera suficiente, los europeos trajeron a América un gran número de enfermedades que los sistemas inmunológicos de los habitantes de estas tierras desconocían, lo que contribuyó a diezmar la población originaria. Cuitláhuac, el mismísimo tlatoani sucesor de Moctezuma, al mando en la defensa de Tenochtitlan murió de viruela.
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Visión de Rivera

El etnocidio, sin exagerar, adquirió características de hecatombe planetaria. En ninguna guerra, en ningún exterminio masivo en la historia de la humanidad ―o revisémoslo y contradígaseme― ha habido una mortandad tan grande sin combate (se dice que en la Segunda Guerra Mundial murieron unos 20 millones de soviéticos pero lo hicieron combatiendo).
Por otra parte, el exterminio cultural adquirió dimensiones quizá superiores. La sangrienta imposición del mito cristiano intentó desaparecer de manera absoluta la antigua cultura y los diversos mitos que fueron el sustento de la civilización mesoamericana.
La riqueza extraída, aunque ahora sea posible extraer mucho más que en aquellos tiempos, gracias a la tecnología moderna, no deja de ser un saqueo monstruoso y, como lo dice el presidente Evo Morales, sirvió para que otros países europeos, que no España, subsidiaran lo que fue la revolución industrial.
Los latinoamericanos y muy en particular los mexicanos tenemos origen en la gran catástrofe anotada. Uno de los grandes crímenes extendido a diversas índoles de la historia de la humanidad.
Pterocles, indio*.

Hasta hoy en día, en México, la gente de raza blanca, los rubios los güeros, como les decimos acácreen ser superiores al resto, sean mestizos o indios. Y siguen gozando de múltiples privilegios más o menos ocultos; basta ver la prostituida televisión mexicana. La división en castas que se estableció en la colonia no ha desaparecido, como tampoco lo ha hecho la resistencia; el mejor ejemplo es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional que ha terminado por ser un pequeño estado dentro del estado mexicano.
La gran herencia de España, ciertamente, es el lenguaje, pero también es la corrupción ―“acátese y no se cumpla” sigue siendo la divisaque hoy se ha constituido, junto con la desigualdad económica como los dos más graves problemas de México: el narcotráfico, la violencia, el racismo, etc., derivan de aquellos. Ambos vienen sin resolverse desde la colonia.

*En 1994, cuando se pretendió definir a los indígenas de México con la finalidad de crear una ley que legalizara al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, porque el grupo de delincuentes que había usurpado el poder (y sigue haciéndolo) no podía dialogar con "transgresores de la ley" como llamaban a los miembros del EZLN, se encontraron dificultades insalvables para hacer semejante definición. Así que establecieron que "Es indígena todo aquel que afirme que lo es". Acogiéndome a la ley, me asumo, me declaro y afirmo ser indígena mexica, aunque no hablo más en que un 5 por ciento el idioma ni creo tener mucho más de sangre indígena, sí he compartido las condiciones de vida, las costumbres, la alimentación, la cultura, la compañía, las luchas y los afectos por lo indígena del pasado y más de hoy.

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